lunes. 02.12.2024

Para ser diseñador hay que tener muy claros algunos conceptos. Uno de ellos, qué es un logo. Y sin embargo, hay quien asegura que son muchos los que afirman serlo y no lo saben. Pues bien, logo significa simple y llanamente “palabra”. Y tan solo podemos hablar de logotipo al referirnos a una formación de palabras.

Un ejemplo de logotipo que todos conocemos

El logo de Coca-Cola es una formación de palabras, en la que se ha utilizado una tipografía llamada Spencerian, consistente en una caligrafía manual muy de moda en las décadas de los ochenta y los noventa.

Si se quiere crear un logo único, es necesario que el diseñador haga cambios a las letras, creando así un diseño único e irrepetible. En el caso del logo de Coca-Cola, una de sus características protegidas por derecho de autor es la forma en que la letra –C, abraza a las demás letras del nombre del refresco.

De manera que todo aquel que crea que puede copiar una fuente de letra de Internet para construir un logotipo, debe salir de su error. Aunque puede hacerlo esto será incorrecto, a menos que lo pida el cliente. Además, es preciso investigar si la letra que desea emplear el cliente está protegida a través de derechos de autor.

Saber cómo hacer logos no es menos importante para un negocio que saber manejar un punto de venta. En realidad lo es más, porque de lo segundo puede depender una transacción, pero probablemente el error se solucione pronto, mientras que un logo inadecuado puede traer muchos quebraderos de cabeza a una compañía. Dicho esto, a continuación hacemos repaso a dos de las historias más curiosas relacionadas con logos de empresas famosas.

¿De dónde procede el logo de la sirena de Starbucks?

 La sirena de dos colas del logo de Starbucks no pasa desapercibida pero, ¿cuál es su procedencia? Su historia se remonta al Seattle de 1971, donde tres amigos universitarios amantes del café y de “Moby Dick or the White Whale”, el libro de Herman Melville en el que se cuenta la travesía Aham, capitán de un barco ballenero que buscaba un gran cachalote blanco.

Los tres tenían un proyecto de negocio, pero no le habían dado nombre ni imagen. Tras pensarlo, decidieron darle el nombre de uno de los personajes de aquel libro, Starbuck, que era el primer oficial del barco.

Con respecto al logo de la marca, la primera tienda que abrieron estaba a unos metros del muelle de Seattle, cerca de las costas del Pacífico. Por ello, y con la ayuda de un diseñador, decidieron empezar a buscar imágenes en libros para inspirarse.

El diseñador dio con una ilustración de un libro noruego del siglo XV, y rápidamente pensó en una mítica sirena invitando a tomar una taza de café. Se trataba de una metáfora sobre la cafeína, representada a través de la sirena, que atrae a los marineros a las rocas.

Si bien en un principio el logo era de color café y dejaba ver a la sirena con el pecho descubierto, después de algunas quejas de clientes, el diseñador decidió cubrir esta parte de su cuerpo con su cabello. Fue en 1987 cuando se le dio el color verde, que venía a simbolizar el crecimiento y la innovación. Y en 2011 se le daría el diseño que conocemos actualmente, con contornos sombreados y detalles en forma de pequeños elementos asimétricos que le dan una apariencia más humana.

Probablemente no hubieras imaginado la historia del logo de Nike

Sencillamente porque al ser casi con total seguridad el logo más famoso del mundo, cabría pensar en un reputado y experimentado diseñador poniendo todos sus esfuerzos en crear el logo de la compañía. Pero nada más lejos de la realidad.

Lo cierto es que el logo de la marca fue obra de una estudiante de diseño gráfico, llamada Carolyn Davidson. Phil Knight, fundador de Nike, la había conocido en la universidad de Portland, en la que él daba clases de contabilidad.

Enternece saber que Carolyn le dio a Phil una factura por un total de 35 dólares por este trabajo. Y también, que años después, en 1983, él le regalaría un anillo de oro y un sobre lleno de acciones de Nike, a modo de agradecimiento.

Lo que Phil quería era un logotipo que transmitiera movimiento, y Carolyn, en busca del objetivo, se inspiró en el ala de la diosa griega “Niké” para el diseño del logo que hoy en día conocemos como el “Swooosh”, sobre todo en Estados Unidos.

Aunque en principio a Phil no le encantó el resultado, necesitaba un logo cuanto antes, por lo que lo aceptó. De hecho, llegó a afirmar que no estaba enamorado del logo, pero que se acostumbraría. Con el paso del tiempo, Nike se convertiría en la empresa de ropa y complementos deportivos más importante del mundo. Y Carolyn, quien siguió diseñando para Nike (folletos, pósters, etc.), creó el que posiblemente sea el logo más famoso de nuestro planeta.