Castilla-La Mancha es una región de contrastes, de infinita belleza y miles de rincones por descubrir. Hoy te acercamos a cinco destinos que podrás descubrir con niños.
1. Plaza Mayor de Almagro
En pleno casco antiguo, irrumpe la Plaza Mayor de Almagro, que presume de planta rectangular irregular.
Está formada por dos flancos con soportales de columnas de orden toscano en piedra bajo dos galerías corridas.
En origen de carácter público y abiertas al exterior, y en la actualidad cerradas por un acristalamiento de estilo centroeuropeo que la hace única en España.
Estas galerías servían para actos públicos, festivos y religiosos, como las famosas corridas de toros que allí se realizaban.
Sus característicos soportales se sustentan con 81 columnas de piedra con clásicas zapatas de madera.
Muchas de ellas con capiteles sobrealzados por cuñas de madera para paliar los desniveles del arquitrabe respecto al suelo.
Tiene una singularidad especial debido, en parte, a la proporción excesivamente alargada de su planta, y a la perfecta regularidad de las fachadas de sus lados mayores, sólo interrumpida por la Casa del Señorío de Molina.
Pero si hay un rincón muy querido y emblemático en la plaza, ese no es otro que el famoso Corral de Comedias.
Situado en uno de los flancos de la misma, es único en su género en todo el mundo, y declarado monumento en 1955.
El Ayuntamiento, junto a un pequeño jardín dedicado al conquistador Diego de Almagro, es el responsable de cerrar la plaza.
Su origen se remonta al siglo XIII, y, en sus inicios, tuvo una función fundamentalmente comercial, pero también fue escenario del poder político y religioso.
Representados ambos poderes, el Ayuntamiento, el Palacio Maestral y la Antigua Iglesia de San Bartolomé.
Una visita que respira pasado, pues eso es Almagro, una ciudad de singular belleza que regala al visitante historia a cada paso
2. Parque natural de las Tablas de Daimiel
Las Tablas de Daimiel son un humedal prácticamente único en Europa y, por suerte, lo tenemos en nuestra región.
Además, constituye el último representante del ecosistema denominado tablas fluviales, formación que se produce por el desbordamiento de los ríos Guadiana y Gigüela, y favorecido por la poca pendiente.
En el año 1973 fue declarado Parque Nacional y en 1981, Reserva de la Biosfera.
Con su declaración como Parque Nacional, se dio un gran paso en su conservación.
De esta forma se aseguraba la supervivencia de la avifauna que utiliza estas zonas como área de invernada, mancada y nidificación.
Es el último representante de un ecosistema denominado tablas fluviales, formación que se produce por el desbordamiento de los ríos Guadiana y Gigüela, favorecido por la escasez de pendiente en el terreno.
Con su declaración como Parque Nacional se dio un gran paso en la conservación de uno de los ecosistemas más valiosos de nuestro planeta, asegurando.
Su visita se puede realizar de forma libre y gratuita, o guiada, utilizando los servicios de guías intérpretes, con reserva previa.
También hay visitas senderistas, combinadas en 4x4 por zonas restringidas, para familias con niños, grupos organizados y para escolares.
Una experiencia única en Castilla La Mancha, como lo es este humedal en nuestro planeta.
Una visita recomendada para grandes y pequeños...no olvides los prismáticos.
3. Alcalá del Júcar
Alcalá del Júcar es uno de los pueblos más espectaculares y pintorescos que, por suerte, tenemos en nuestra región.
Situado en la provincia de Albacete, cuenta con el paisaje excepcional que forma la Hoz del Júcar.
Nada más visualizarlo, sólo podemos hacer una cosa, rendirnos ante su belleza y grandiosidad.
Dos aspectos que lo llevaron a ser declarado Conjunto Histórico Artístico en 1982.
Alcalá del Júcar se encarama en una roca, y presidiendo todo, su Castillo.
De origen árabe, aunque los derrumbamientos, cambios en las torres y la reconquista dejaron sucesivas restauraciones que borraron en buena parte su origen islámico.
Entre los lugares que no debemos dejar de ver encontramos la parroquia de San Andrés, uno de los edificios más significativos de la población, y, cómo no, el bello puente sobre el Júcar.
Pero si hay un atractivo en esta localidad son sus cuevas, célebres por sus múltiples usos.
En pleno casco histórico de Alcalá del Júcar, se encuentran dos de las cuevas con más historia, la Cueva de Garadén y la Cueva del Diablo.
La más antigua de las dos, la de Garadén, tiene alrededor de 750 años de historia y posee un gran mirador. La función de esta cueva, era bélica.
Justo debajo de la cueva de Garadén, se encuentra la del Diablo, que tiene más de un siglo de historia.
En la actualidad se encuentran unidas, gracias a su propietario, Juan José Martínez, El Diablo, que las restauró transformándolas en recorrido turístico, bar y discoteca.
Un lugar de belleza excepcional que poder compartir con los más pequeños...
4. Nacimiento del río Cuervo en Vega del Codorno en Cuenca
Es cierto que la zona más conocida y visitada de este espectacular lugar es el nacimiento del río Cuervo.
La belleza de sus saltos de agua le hacen ser un lugar único, irrepetible.
Pero además de esa zona, existen otras con elementos de gran relevancia y belleza, como el Rincón del Cuervo.
Además, y debido a la gran cantidad de precipitaciones en la zona, cuenta con la presencia de especies de fauna y flora que no existen en otros lugares de Castilla La Mancha.
Comunidades de aves como el gavilán, azor, águila, mamíferos como la ardilla roja, gato montés..
En la zona se reconoce un apreciable valor de conservación de la fauna troglodita, en la que encontramos murciélagos, así como mariposas, pudiéndose encontrar especies protegidas.
En sus aguas, truchas, libélulas, moluscos, así como el amenazado cangrejo autóctono.
Y de la vegetación, qué decir, pues que en el lugar destacan los pinares de pino silvestre, junto a lo que aparece y la sabina rastrera.
Bosques relícticos eurosiberianos con acebos, tilos y arces, turberas...
Pero su mayor riqueza florística la constituyen la comunidad de orquídeas, que cuentan con, al menos, diecinueve especies.
Un lugar que podremos visitar con niños en cualquier época del año, pero no hay que olvidar que durante el invierno se alcanzan temperaturas muy bajas.
Por lo que es conveniente ir muy bien equipados, y, sobre todo, utilizar calzado adecuado.
Un lugar perfecto para el excursionismo en familia, donde vivir una experiencia única y donde integrarse con una naturaleza en estado puro.
5. Parque Arqueológico de Carranque
Visitar el Parque Arqueológico de Carranque es trasladarse, por unos instantes, a los últimos siglos del Imperio Romano.
Un volver atrás en la historia que nos mostrará tesoros que, sin duda, nos sorprenderán.
Y es que este parque atesora los restos de una Villa Romana, construida en la segunda mitad del siglo IV d.C, según aparece en una inscripción encontrada, casualmente, en un mosaico por el joven Samuel Iglesias.
Además hay que recordar que este yacimiento se ha convertido en uno de los conjuntos arqueológicos más importantes y mejor conservados de la época.
Esta joya arqueológica de Castilla La Mancha, situada en Carranque, provincia de Toledo, se convierte en uno de los conjuntos más importantes de la Península Ibérica.
Esto es debido a su importante colección de Mosaicos de la Villa.
En ellos podemos ver temas mitológicos, personajes de la Iliada, representaciones de Neptuno, Diana y Acteón, bustos de Minerva…
Dentro del Parque Arqueológico encontramos su Centro de Interpretación. Un moderno edificio que favorece la comprensión de los visitantes.
En su interior, encontramos, además de otras muchas salas, la Exposición Permanente.
En ella podemos ver una completa presentación de la vida cotidiana romana, su mundo religioso y funerario, así como, del mundo de la arqueología.
Un viaje en el tiempo donde poder conocer cómo era la vida de la época. Un tesoro a nuestro alcance y al que podemos recurrir siempre que queramos...
¿Te han gustado los destinos que os hemos preparado? Desde QdOcio esperamos que los disfrutéis de la mejor manera...con niños.
